Gente Sensible

miércoles, 20 de enero de 2010

EL REY DE LA PATAGONIA


Orellie Antonie de Tounens

SE NECESITA UN REY.

Existieron desde fines del siglo XVIII, intereses extranjeros por controlar la región patagónica. Los ingleses, y tambièn los franceses, sabìan que vigilar el Cabo de Hornos, era vital.

España, que tambièn lo sabìa, decidió protegerse: en 1789 se fundaron los puertos de San Julián en Santa Cruz, San José en el Chubut y Patagones-Viedma.

Pero no habría una “invasión” territorial explícita, (salvo las inglesas de 1806/07) , sino hasta 1858, cuando tuvo lugar la extravagante aventura de un escribano francés, Orellie Antonie de Tounens, que se autoproclamó monarca del pueblo mapuche.

Orellie Antonie de Tounens había leído “La Araucana” de Ercilla, y probablemente motivado por el deseo de aventura, sintió la necesidad de buscar su destino en la, para èl, muy exótica Patagonia.

Èsta fue la explicación oficial, pero se descuenta que tuvo apoyo de ciertos cìrculos allegados al poder francès.

Por aquellos años, muchas de las tierras australes estaban aún bajo control indígena, resistiendo a la presión del ejercito argentino en oriente, y el chileno en occidente.

Habìa un espacio de poder, que los franceses no despreciarìan. Para ello, cuando Orellie, de 33 años, llegó a Chile, entró en contacto con varios “loncos” (caciques) mapuches en plena resistencia, y negoció con ellos una alianza.

El 17 de noviembre de 1860, fundaron una monarquía constitucional, y Orellie, autoproclamado “Rey de Araucania”, sería el hombre blanco que ayudaría a los mapuches, a independizarse.

Más tarde, (segùn su plan), anexaría a su reino las tierras occidentales, basado en el supuesto de que todos los aborígenes, querrían adherirse a su proyecto.

Finalmente, le declaró la guerra al ejército chileno, aún careciendo de recursos que le permitieran defender sus pretensiones territoriales.

(Porque el “Rey de Araucania”, no tenìa ejercito!)

Las autoridades chilenas, entre divertidas y sorprendidas, lo enviaron a un manicomio en Santiago.

De allì, fue rescatado por el cónsul francés.


NO HABRÈ DE RENDIRME!

Una década más tarde, Orellie regresó a Chile para recuperar “su” reino.

Es posible que hubiera reunido algunos adeptos expansionistas en Francia, pero aparentemente, nunca los suficientes como para llevar adelante semejante empresa.

Contó con el apoyo de los loncos Lemunao y Reuquecura, que lo ayudaron a llegar a través del paso Llaima, hasta Quilapan, cerca de Melipeuco.

Nunca llegaron las armas y la artillería de Napoleón III, como se esperaba... y otra vez, Orellie fue finalmente arrestado por el ejercito chileno.

De todas formas, lograría escapar con el auxilio de Calfucurá, luego de lo cual, regresaría a Francia.

En 1874 trata otra vez de llegar a Chile, pero es deportado desde Argentina.

De este cuarto y último viaje, terminaría regresando muy enfermo para morir en Tourtoirac en 1878.

Todo terminò? No.


LA DESCENDENCIA.

Un pariente de Orellie, Gustave Achille Laviarde, autoconsiderado heredero del reino, concediò títulos y territorios en la Patagonia, aún sin nunca haber pisado, sus propios dominios.

En 1989, Philippe Boiry, un descendiente en línea directa de Achille, y rector de una universidad, visitó por primera vez aquel que hubiera podido ser su reino patagónico.

Le gustò tanto, que se cambiò el nombre a Orellie Antonie.

Y decidiò hacer algo, por su reino.

Como los ingleses ocupan las islas Malvinas, (que èl considera parte de la Patagonia), el 9 de enero de 2010 (sì, hace pocos dìas), tomò posesión de unos islotes deshabitados, en el canal de la Mancha, que son propiedad de Inglaterra.

Lo relatò asì, en un comunicado oficial:

“El autoproclamado "rey de la Patagonia" dijo ayer que sus tropas tomaron posesión el domingo de unos islotes desiertos pertenecientes a Gran Bretaña en el Canal de la Mancha, en protesta por la ocupación inglesa de las islas Malvinas.

La oficina del rey Orellie-Antoine ,dijo que sus soldados estamparon el nombre del Reino de la Patagonia en los islotes Minquiers, e hicieron ondear la bandera del reino.

Al amanecer del domingo, soldados a bordo de una embarcación ligera de la flota del Reino de la Patagonia desembarcaron en el archipiélago de Minquiers, ex posesión británica, e izaron la bandera azul, blanco y verde, para reemplazar la bandera inglesa, que puede ser devuelta, honorablemente, a la embajada de Su Majestad en París, expresa el comunicado.

"Esto, ha sido llevado a cabo, como respuesta a la inaceptable y prolongada ocupación británica de las islas Malvinas, que es un territorio de la Patagonia".

(La mayoría de los islotes, al sur del Canal de la Mancha, está sumergida durante la marea alta).”

No hubo comentarios oficiales, desde Buckinham Palace, pero………¡¡Por fin, un tiro desde el lado de la Justicia!!

Buenas noches.

sábado, 16 de enero de 2010

MÀS ALLA DE LA MUERTE.



"Amor constante, màs allà de la muerte".

Francisco de Quevedo, escribiò : ..."mis huesos, seràn polvo, màs, tendrà sentido,/polvo seràn, màs polvo enamorado".

Serà posible que todo desaparezca, cuando nos vamos?

Segùn algunos, nada queda, salvo el despojo fìsico. Se pierden las memorias, los momentos vividos, los afectos, los miedos, la Fe.

No puedo creer eso. No somos perros.

Debe haber, tiene que haber, otra oportunidad.


Al llegarme la ùltima hora,
y en sombras, descanse mi mente.
sin pensar, ya, en cobardes derrotas.
Entonces, vendrè. Sòlo por verte.
Cuando olvide, las ilusiones rotas,
y quede claro, que no tuve suerte,
y encontrè miseria, persiguiendo gloria.
Aùn asì, volverè. solo por verte.

Poco habrà dejado, esta triste historia.
Todo porvenir, ante el tiempo, cede.
Allì fueron mis sueños, y esperanzas tontas.
Màs, no me rindo ante el destino aleve.
Tu, eres mi faro de luz cegadora!
Entonces, mi vida....burlarè la muerte!


Buenas tardes.

lunes, 11 de enero de 2010

EL DR. HAROLD FRAGAPANE, Y SU "MÈTODO DE OBSERVACIÒN INTRÌNSECA."



Una anècdota, que pinta de cuerpo entero, al cèlebre cientìfico.


El Dr. Harold Fragapane era conocido por sus métodos poco ortodoxos de enseñanza. Solía llevar a sus alumnos a recorridas campestres, durante las cuales ponía a prueba sus dotes deductivas.

Uno de sus mejores discípulos, fue el hoy insigne Profesor Forrison Hard (de cuya vida sabemos en detalle gracias a su biógrafo personal, Don Cato), quien lo acompañaba frecuentemente.

A través de él, nos llega esta estupenda anécdota, que muestra en detalle, los puntos de vista del Dr. Fragapane.

Ocurrió que, en la primavera de 1925, durante una recorrida a pie por los campos de Brokhestershire, condado de Santos Lugares, Fragapane y su alumno, decidieron acampar al raso para pasar la noche.

Después de una interesante charla que versó sobre la importancia de “la observación intrínseca”, se quedaron dormidos.Pero, a las tres de la mañana, Forrison Hard, fue despertado por el Dr Fragapane, quien, como una prueba, le hizo la siguiente pregunta:

-“Observe, Forrison, Observe! Qué le dicen, las estrellas, allá en lo alto?”-

Forrison Hard se preparó para impresionar a su Maestro con su erudición, y respondió:

-“Bien Doctor, desde un punto de vista astronómico, me dice que estamos en el hemisferio sur, en primavera. Desde un punto de vista astrológico, me dice que la casa de Libra, esta en Aries.

Desde un punto de vista metereológico, me dice que mañana tendremos tiempo bueno y fresco. Y desde un punto de vista teológico, me habla de la pequeñez del hombre, frente a la creación divina.”-

Pero el Doctor Harold Fragapane, desaprobando con un movimiento de cabeza, lo interrumpió diciendo, con un suspiro resignado:

“-Forrison, Ud. cada día más estùpido!!......no ve que nos ROBARON LA CARPA???”-


Buenos dìas.

lunes, 4 de enero de 2010

LA EXPLICACIÒN DE TRÀNSITO CARRASCO.


Que poca cosa serìamos los padres , de no ser por los hijos!



Tránsito Carrasco había nacido en el norte chaqueño, de familia pobre y sin recursos. Solo conservaba un neblinoso recuerdo de su padre, el cual, buscando sustento, emigró del campo familiar, y jamás volvió.

Tránsito se hizo solo. Él y sus seis hermanos salieron a trabajar al monte siendo niños, tratando de esquivar el hambre que la tierra yerma y las sequías le tenían destinado. Hubiese querido tener un padre. Pero, entre tantas otras cosas, Tránsito Carrasco careció hasta de un consejo.

Ahora, ya hombre, habiendo emigrado de su tierra, recordando a su madre (a la que sabía que no volvería a ver), Tránsito se agachaba sobre el surco, que su sudor regaba, pensando en que distintas serían las cosas para su propio hijo. ( Porque Tránsito Carrasco se había prometido, estando solo, allá, en medio del monte, pasando hambre mientras trataba de completar la cuota de madera, que SU hijo leería).

Y sabiendo leer, aprendería TODO. Como los doctores, los comisarios, los jueces. Esos no pasaban hambre.
Y mandaba a su hijo a la escuela. Y su hijo volvía, y le mostraba cosas escritas, que para él eran ininteligibles, pero que el niño entendía, cosa que lo emocionaba. Y Tránsito dio consejos, y palmadas y besos. Y de noche , sin que nadie lo viera, abría el cuaderno para extasiarse con esos garabatos raros, pero que significaban cosas.

Y cada noche, se prometía que jamás fallaría, que dejaría la sangre, la vida, el aliento. Pero que siempre estaría.

Hasta aquella siesta de domingo.

Después de una reunión familiar, Tránsito, un poco envinado, se acostó a dormir con la risa arrastrada por el alcohol y las bromas soeces. El niño jugaba cándidamente en el patio, con una pelota. De repente, pareció pensar algo, y encaró para el dormitorio. Una vez allí, abrió la puerta, y sin más, le espetò a su padre la pregunta que lo acuciaba:" Papá....Usted sabe quién es el padre del más viejo del pueblo?".

Tránsito Carrasco hizo un esfuerzo para contestar. Se habìa dado cuenta, (y sintió un escalofrío), que su hijo no preguntaba algo común. No conocía, aquel niño, al más anciano de la población, ni le importaba. Su hijo se refería a algo más importante, algo delicado, algo referente a la vida misma, según intuía Tránsito.

Pero el alcohol pudo más. Sintiendo que su cabeza explotaba, Tránsito contestó un seco : "ahora no moleste, mocito. Deje dormir a su padre!".

Sorprendido, el niño quedó inmóvil un momento, luego se fue en silencio. Al rato, olvidado de todo, ya estaba jugando.

Pero Tránsito Carrasco quedó intranquilo. Dio vueltas en la cama. No pudo volver a dormir.

Treinta y ocho años, nueve meses, y siete días después, ya en su lecho de agonía, cabalgando la última fiebre, Tránsito Carrasco trataba, sin voz y con lágrimas que nadie podía explicar, de decirle a su hijo, cual era el origen del hombre.


Buenas tardes.