EL SANTO OFICIO

Todos, buenos muchachos.


La Santa Inquisiciòn, nace al unificarse el Reino de España, a raìz del casamiento de Fernando de Aragòn, e Isabel de Castilla.

En ese entonces, en esas tierras, se hallaba una mezcla de credos, que incluìan el catolicismo, el judaìsmo, y el Islam.Tambièn habìa, dentro de los "cristianos", un grupo bastante poderoso, que eran llamados "conversos", esto es, judìos que, por persecuciones anteriores, habìan adoptado la Fe cristiana, lo cual, en muchos casos, no siempre era solo por las apariencias, ya que, en la intimidad, seguìan observando las costumbres y usos de la religiòn judìa, este caso se los denominaba criptojudios o coloquialmente "marranos".

El caso fue, que para esa època, los judìos conversos (o cristianos nuevos), formaban la burguesìa ilustrada, y manejaban casi todos los resortes econòmicos del reino.

Esto habìa resentido profundamente a los grupos cristianos, que veìan como, basados en su espìritu de cuerpo, los judìos conversos se defendìan y apoyaban entre sì, manteniendo, puertas adentro, sus viejas costumbres y religiòn, pero mostrando una fachada "cristiana", para tener acceso a puestos pùblicos, y consolidarse en el poder.

Era costumbre que, al convertirse a la fe cristiana, se les impusieran apellidos referidos a cosas u objetos inanimados, como ser los apellidos: Pimienta, Centeno, Avena, Trigo, Esperanza, Pinto, Barro, para ser identificados mas fácilmente.

Los grupos màs radicales de la Iglesia, convencieron al Rey Fernando, de que aquello era muy peligroso, ademàs de herètico. Y que debìa ser investigado.

Hay que aclarar que la "Santa Inquisiciòn", o "Santo Oficio", no perseguìa judìos o musulmanes.Èstos eran considerados "infieles", pero no herejes.

Se perseguìa a aquellos que, habiendo sido bautizados, profesaban secretamente otra religiòn.

En España, el jefe de la Inquisiciòn, fue un cardenal conocido como "Torquemada". Y uno de sus discìpulos, fue un Obispo de apellido "Caraffa", que llevò la Inquisiciòn a Italia, y màs tarde fue elegido Papa.

Fernando e Isabel, no solo no eran ajenos a la tortura y la persecuciòn que Torquemada llevaba a cabo, sino que, al ser declaradas culpables, los bienes de las vìctimas eran confiscados, y se lo repartìan entre la Iglesia, y los propios reyes de España.

Todos los casos, eran mantenidos en secreto, con nombres de informantes, torturas, y hechos comprobados.

Los archivos de la Inquisiciòn, aùn hoy, en el año 2008, son imposibles de ver. La Iglesia no los entrega.

No obstante ello, en 1492, luego de la unificación y conquista de Granada, se expulsò a un gran número de musulmanes y judíos, considerado por muchos como un desastre tanto cultural como económico.

Se cuenta que los judíos expulsados fueron llamados sefaradíes por el nombre "Sefarad" con que se llamaba a España, y estos siguieron conservando hasta la actualidad su lengua llamada "ladino" que no es otra cosa que el español antiguo, y muchas familias sefaradíes conservan aún las llaves de sus propiedades que dejaron hace casi cinco siglos en su amada España.

Torquemada y Caraffa, no solo eran crueles y codiciosos. Tambièn eran oscurantistas.

Prohibieron libros, pinturas, y desarrollo cientifico de todo tipo, y eso, sumado a la pérdida del conocimiento de los árabes en agricultura, medicina, literatura y matemáticas, trajo como consecuencia, el empobrecimiento en todos los ámbitos intelectuales.

Es claro que ambos, en gran medida, fueron responsables de la preponderancia de Inglaterra durante la colonizaciòn, por sobre España y Portugal.

Pero, en 1809, Napoleòn Bonaparte invade España, y parte de Italia.

Como estaba en contra del Papa, lo primero que hizo, fue expulsar a los Inquisidores, requisar los archivos, y llevarlos a Francia, tanto desde España, como desde Italia.

Cuando Napoleòn cae, en 1814, la Inquisiciòn vuelve a tomar fuerzas, y reclama los archivos que estaban en Parìs.

El tema es, que no querìan pagar por el traslado.

Entonces, mandaron una delegaciòn a Francia, para que catalogue los documentos, y deseche los considerados de menor importancia. Se llevaron los "màs secretos". El resto, quedò en Francia, para ser quemados.

Pero no se quemaron. Se los vendieron a un cartonero Parisino, el cual, al no saber que eran, y no leer latìn, encontrò que las hojas eran muy buenas para....envolver pescado!

Durante años, los pescaderos de Parìs, envolvieron su producto, en las hojas de los archivos secretos de la Santa Inquisiciòn. Y el recuerdo de la gente torturada, robada, exiliada y quemada, sirviò para vender bagres y verdura.

No sè si le interesa, pero el ùltimo jefe de la Inquisiciòn, un cardenal llamado Ratzinger, fue nombrado Papa, en 2005.

Todos, buenos muchachos.


Buenas tardes.


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